HAPPY HALLOWEEN ! MORFFEO DANCE.
HISTORIA DE HALLOWEEN
Para ver en clase, comentar y hacer actividades de expresión oral y escrita.
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FICHA PARA COMENTAR LOS CORTOS.
Copia la ficha en un documento de texto y la completas con la información adecuada.
FICHA
DE ANÁLISIS DE UN CORTOMETRAJE
1. ¿Qué cuenta?
2. Personajes que aparecen.
3. Valores cinematográficos. Calidad
como película.
4. Valores que nos muestra el corto.
5. Opinión personal.
A
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Clic para leer los relatos la noche da HALLOWEEN.
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El olor a Fantasmas
La casa de los fantasmas tiene una historia, mitad
irrealidad y mitad silencio. Ahora es una historia transformada, con olor a
paraguas viejo que a veces se asoma por algún ventanal.
Esa casa vieja decía a nuestra infancia cosas
terribles de imaginar y presentir, pero en todo ello hay algo que es
verdaderamente real: nuestro miedo, un miedo tan grande que no nos atrevíamos
ni siquiera a pasar por la puerta, ni a pisar su vereda brotada de pastos
amarillos.
Una vez, Pedro, que era el mayor de todos los
chicos, tuvo la audacia de pensar en voz alta: -¿Y si entramos a la casa de los
fantasmas para ver cómo es por dentro? Un suspenso pálido hizo temblar la
respuesta. Hasta que por fin María, haciéndose eco de todos, dijo:
-Tanto como el interior no, pero podemos ir
hasta el patio de atrás y coger manzanas, el árbol está lleno, al pasar por la
esquina se alcanza a ver como brillan con el sol.
-Está bien, podemos llevar un cesto para coger
muchas manzanas.
De esa manera, por primera vez tuvimos el
atrevimiento de entrar; la puerta herrumbrada, herida en sus goznes, no opuso
mayor resistencia al grupo. Íbamos todos muy juntos, azorados, por el camino de
cemento llena de grietas
En el mediodía del domingo, el grupo fue acercándose al inmenso
árbol de manzanas.
-Suban rápido y alcancen las más grandes
-susurro Chela, con la mirada fija en una de las
puertas herméticamente cerrada. No podía dejar de pensar en qué momento se
abriría para permitir el paso a algún monstruo esquelético muy enojado por
nuestro atrevimiento de ir nada menos que a coger manzanas.
Y sucedió, en efecto, que muy lentamente se fue
abriendo la puerta; el quejido metálico hizo que cada uno permaneciera en su
sitio, como estatuas de vidrio, con las manos llenas de manzanas, las bocas
abiertas, puro ojos, puro miedo, cuando del hueco se dibujó un negrísimo
movimiento de pelos erizados, cola breve y mirar curioso, que se puso a
ronronear amigablemente.
-Un gatito
negro, ¡qué lindo es! Aurora lo alzó. Era lindo de veras, lleno de pulgas y
hambre.
-Llevémoslo a casa- fue la proposición
de todos. De pronto la puerta se cerró de golpe con tal violencia, que hizo la
punta de los pastos. El pánico se apoderó de todos y comenzamos a correr hacia
la salida. Llegamos a casa sin aliento, justo cuando la campana llamaba para el
almuerzo y justo para contar la aventura.
Lola puso fin al relato diciendo que esa tarde iba
a hacer manzanas asadas, y acto seguido se adueñó del gato para darle de comer.
-Se llamará Mefistófeles - dijo.
Esa tarde, por los tres patios se extendió el olor
a manzanas asadas, que por supuesto, desde entonces, se transformó en el olor
de los fantasmas.
Mefistófeles, que tomó la costumbre de pasearse por
el borde de las cornisas, continuamente también me lo recordaba...
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